La T.V, radio, prensa, internet, cartas, teléfono y cine

03.09.2019

De click sobre la imagen o el título para ver más

  • El funcionamiento de las sociedades humanas es posible gracias a la comunicación. Esta consiste en el intercambio de mensajes entre los individuos.
  • Desde un punto de vista técnico se entiende por comunicación el hecho que un determinado mensaje originado en el punto A llegue a otro punto determinado B, distante del anterior en el espacio o en el tiempo. La comunicación implica la transmisión de una determinada información. La información como la comunicación supone un proceso; los elementos que aparecen en el mismo son:
  • Código. El código es un sistema de signos y reglas para combinarlos, que por un lado es arbitrario y por otra parte debe de estar organizado de antemano.
  • Canal. El proceso de comunicación que emplea ese código precisa de un canal para la transmisión de las señales. El Canal sería el medio físico a través del cual se transmite la comunicación.
  • Ej: El aire en el caso de la voz y las ondas
  • Hertzianas* en el caso de la televisión.
  • La radiocomunicación es un sistema de telecomunicación que se realiza a través de ondas de radio u ondas hertzianas*,
  • En tercer lugar debemos considerar el Emisor. Es la persona que se encarga de transmitir el mensaje. Esta persona elige y selecciona los signos que le convienen, es decir, realiza un proceso de codificación; codifica el mensaje.
  • El Receptor será aquella persona a quien va dirigida la comunicación; realiza un proceso inverso al del emisor, ya que descifra e interpreta los signos elegidos por el emisor; es decir, descodifica el mensaje.
  • Naturalmente tiene que haber algo que comunicar, un contenido y un proceso que con sus aspectos previos y sus consecuencias motive el Mensaje.
  • Las circunstancias que rodean un hecho de comunicación se denominan Contexto situacional (situación), es el contexto en que se transmite el mensaje y que contribuye a su significado.

.

CARLA Y LOS ANIMALES PARLANTES


Carla Coletas era una niña buena, un poco callada y reservada. No hablaba mucho, en parte por vergüenza, y en parte también porque a veces no sentía que tuviera nada interesante que decir. Pero el año que Carla y su familia se cambiaron de casa, todo eso cambió.


Cuando llegó a la nueva casa, Carla descubrió un gran desván lleno de trastos viejos, al fondo del cual había un gran baúl en el que encontró todo tipo de cosas extrañas; y al fondo, debajo de todas ellas, encontró algo especial: era un libro antiguo, con las tapas muy gruesas y pesadas, escrito con letras doradas. Pero lo que lo hacía especial de verdad, era que podía brillar en la oscuridad y que de la forma más fantástica y mágica, el libro flotaba en el aire, y no necesitaba estar apoyado.


Carla llevó el libro a su cuarto y lo escondió hasta la noche, poniendo a su perrito a vigilar. Y cuando estuvo segura de que no vendría nadie, se sentó junto a su perro y comenzó a leer. Era un libro de cuentos, pero casi no pudo leer nada porque al poco su perro comenzó a hablarle:
- ¡Qué libro más interesante has encontrado!, tiene unos cuentos muy bonitos!
-Pero, ¿cómo es que estás hablando?
- No lo sé-
- No lo sé- dijo el perro ahora yo sólo digo lo que antes pensaba... para mí no ha cambiado mucho, pero supongo que habrá sido este libro raro
Carla no se lo podía creer, pero su perro seguía hablando con ella, contándole cosas y haciéndole mil preguntas. Finalmente, la niña pudo reaccionar y preguntar


Carla decidió investigar el asunto, y se le ocurrió enseñar el libro a otros animales. Uno tras otro, todos comenzaban a hablar, y en poco tiempo, Carla estaba charlando amistosamente con un perro, tres gatos, dos palomas, un periquito y cinco lagartijas. Todos ellos hablaban como si lo hubieran hecho durante toda la vida, y ¡todos decían cosas interesantísimas! ¡Claro, chica!, le decía el lagartijo Pipón, ¡todos tenemos una vida increíble!
Durante algunos días, Carla Coletas estuvo charlando y charlando con sus nuevos amigos, y disfrutaba de veras haciéndolo, pero un día, sin saber ni cómo, el libro desapareció, y con él también lo hicieron sus amigos los animales con sus voces. Carla buscó por todas partes, pero no hubo forma de encontrarlo, y a los pocos días, echaba tanto de menos las animadas charlas con sus amigos, que no podía pensar en otra cosa.
Entonces recordó lo que le había dicho Pipón, y pensó que ella casi no hablaba nunca con sus compañeros del cole y otros niños, y ¡seguro que todos tenían una vida increíble!. Así que desde aquel día, poquito a poco, Carla fue hablando más y más con sus compañeros, tratando de saber algo más de sus increíbles vidas, y resultó que, sin apenas darse cuenta, tenía más amigos que ningún otro niño; y ya nunca más le faltó gente con la que disfrutar de una buena charla.


¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar